La faena demorada
Quise elaborar una lista, un borrador, con ideas interesantes sobre las que escribir. Al rato el papel seguía igual de blanquito y el bolígrafo de mi primera comunión continuó sin estrenar, además era factible que la tinta hubiese carbonatado hacía décadas. Entonces llegó el turno a las majaderías, catorce de un tirón.