Declaración privada II

 

      Me preguntaste por alguno de mis rasgos principales, para irnos conociendo -dijiste. El humor y la desmemoria –te contesté sin dudarlo. Me desasosiegan un tanto –continué-, pues ignoro de dónde procede la fuerza de su galope y sobre todo hasta dónde me llevarán.

Recordar tan pocas vivencias, remotas e incluso cercanas, me parece no haber vivido. Por eso me encuentro fuertemente determinado por el presente. Yo no podría vivir de mis recuerdos, pues no los tengo. ¿Podría ser el humor una escapatoria a ese desarreglo? –me inquiriste entonces-, ¿cómo una forma de compensación? Lo dudo -te comenté-, el humor lo he tenido siempre, desde niño, bien es cierto que ahora tiene más peso en mi personalidad.