No desdeñes un buen diálogo
Siempre es oportuno que tengas un buen diálogo guardado en la recámara, quizás pueda hacerte falta. Te propongo uno de la película Johnny Guitar, 1954, dirigida por Nicholas Ray, según la novela homónima de Roy Chanslor. Con Joan Crawford, como Vienna y Sterling Hayden, Johnny ‘Guitar’.
La acción se desarrolla en el lejano oeste, en la frontera. Vienna (Joan Crawford) ha instalado una casa de juego y bebida con la esperanza de que en un futuro su negocio prospere con la llegada del ferrocarril. Para ambientar el local llama a su antiguo amante, el guitarrista Johnny Guitar (Sterling Hayden). Vienna regenta un bar que suscita odios entre la población de los alrededores, especialmente en la familia que domina el territorio, los McIvers.
La guitarra de Johnny define la nueva vida idílica y pacífica que pretenden alcanzar los dos personajes, alejada de la violencia. Sin embargo, por un lado Viena no puede controlar su carácter irascible y tampoco puede esconder la realidad de sus sentimientos, y por el otro, Johnny debe enfrentarse con un pasado violento que nunca lo abandonará. Ambos son perdedores, lejos del heroísmo triunfal del antiguo vaquero de frontera.
Los diálogos entre estos protagonistas son secos y cortantes, directos, amenazadores, imbuidos de cinismo e ironía. El diálogo más conocido es el siguiente:
Johnny: No te vayas.
Vienna: Pero, si no me he movido.
Johnny: Dime algo bonito.
Vienna: Claro, qué deseas oír.
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado estos cinco años. Dímelo.
Vienna: Todos estos años te he esperado.
Johnny: Y que habrías muerto si no hubiese venido.
Vienna: Habría muerto si tú no hubieses venido.
Johnny: Y que todavía me quieres como yo te quiero a ti.
Vienna: Te quiero, como tú me quieres a mí.
Johnny: Gracias.
P.D.: También te recomiendo la película.