Hace un mes leí que la revista americana Man and Home había realizado una encuesta a cien personas de la residencia para mayores Weather, en Oregón. La revista preguntó a los residentes sobre la vida […]

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Mis proyectos de futuro ¿A qué no imaginas a qué me voy a dedicar los próximos, digamos, veinte años? Silvio Sabba, un fornido italiano, se ha convertido en un genuino «record […]
Hace una semana tuve que acudir a una clínica para hacerme una mamografía. Allí, en la sala de espera para las pruebas diagnósticas, coincidí con la hermana de Hilario Cantero, Adela. La saludé con cariño […]
Un día, hace tiempo, me preguntaste, ¿por qué el blog se llamaba anécdotas y disimulos?
Entonces te respondí que una anécdota era un relato breve de un suceso curioso que se cuenta como entretenimiento; un suceso circunstancial, irrelevante, curioso y poco conocido.
Por su parte, el disimulo era el arte con que se ocultaba o encubría con astucia lo que se siente, se sospecha, se sabe o se hace.
Por si esto fuera poco, te comenté que el blog también incluiría algunos desatinos, esto es, comentarios con ausencia de moderación o prudencia. También podrían ser una locura, un despropósito o incluso un error.
A día de hoy, me ratifico en estos planteamientos.
Esta entrada ya la publiqué hace un par de meses, pero por razones que escapan a mi conocimiento y pericia con el blog se ha extraviado. Por ello la reproduzco con un par de retoques. […]
Sobre Hilario Cantero Ruano los habitantes de Ríoseco, familiares, amigos y conocidos e incluso su madre, Andrea, mantenían la convicción irrefutable de que era un ladrón, un cretino y un imbécil. Por ello, a ninguno […]
Mi mujer se compró una pizarrita en el bazar chino, de las de fondo verde y marco marrón imitando madera. También adquirió una caja de tizas. Ella no me dijo nada sobre la pizarra y […]
Deberíamos poder cambiar de nombre a voluntad. Esta afirmación tan categórica no la realizo solamente por hacer un favor a esas personas de nombres “peculiares”, a cuyos padres deberían colocarles en la cabeza […]
Hace años pensé que tenía mi vida resuelta, pues entonces consideraba que yo cortaba un pelo en el aire: andaba con una novia, Susanita, largamente manoseada y de familia con posibles. “Papa” era dueño de una cadena de peluquerías, tanto para personas, como para perros y gatos e incluso para abrigos de pieles y, aunque mi pelo era de bruja, nos llevábamos bien.
En una fecha cercana a la boda Susanita me dio la patada en el culo. Me recriminó que yo era patizambo y aburrido. ¿Patizambo?, si acaso culitranco, y yo nunca la eché en cuenta sus tetas asimétricas. ¿Aburrido?, si acaso ella, cuya mayor diversión era ganar –con trampas- al ajedrez a su gato lampiño. Este ha sido mi mayor desarreglo. Siempre lo amaré (su dinero). Y respecto a la patada que me propinó: todavía no me ha cicatrizado la raja que me originó.
La raza humana debería ser hermafrodita, aunque este término ya no es científicamente correcto, sino que ahora se denomina intersexualidad. El animal hermafrodita tiene los dos sexos, pero raramente se autofecunda. Los […]